Anclado... En Su Propósito

DEVOCIONALES

“Nosotros enseñamos el mensaje con palabras inteligentes, que vienen de Dios. Ese mensaje habla de los planes que Dios tenía en secreto desde antes de crear el mundo y que él quiso manifestarnos para que podamos compartir su gloria.” — 1 Corintios 2:7 (TLA)

La vida es dura.  ¿Cuántas veces la has pensado así o lo has dicho a alguien? (Yo lo digo mucho a mis hijos.) Recuerdo pensarlo muchas veces en mi vida -como cuando tenía 8 años y mi papá fue diagnosticado con la Esclerosis Muscular (conocida como MS); cuando me dijeron que necesitaba cirugía por mi escoliosis, cuando falleció un ser querido, o cuando las cosas no ocurrieron como lo planeaba. Es fácil desanimarse y pensar por qué las cosas ocurrieron de esta o esa manera. Sabemos que Dios no causa que las cosas malas ocurran en nuestras vidas, pero la Biblia nos dice que Dios puede usar las situaciones para sacar de nosotros lo mejor si es que se lo permitimos.

“El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor.” — Proverbios 19:21 (NVI)

El propósito de Dios es el que dura.  Nuestra vidas solo son un vapor, pero Él tiene un propósito que se extiende hasta la eternidad. Si nos humillamos diariamente delante de Él y pedimos que el Espíritu Santo nos guíe y nos alineamos para Su propósito, Él causará que todos las cosas (buenas y malas) trabajen juntas para Su gloria.  

El Señor y sus propósitos son perfectos, pero nosotros no lo somos.

“Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia.” — 2 Tim. 1:9 (NIV)

No es siempre fácil vivir Su propósito en lugar del nuestro  y nunca prometió que seria cómodo, pero al estudiar la Palabra de Dios consecuentemente,y pasando tiempo con Él en la oración diaria, Dios puede darte la fuerza que necesitas para hacer lo que Él te ha llamado a ser.  ¡Ánclate a Su propósito cada día!

¡HAZ LO SIGUIENTE!

Por cinco minutos, tres veces al día, toma tiempo para leer un capítulos de las escrituras y orar.