Esperanza, aun cuando no hay razón para la esperanza

‍

Prepárate para ser decepcionado…todos hemos estado allí. No será una llamada de ese trabajo que acertadamente pensabas obtener. Es enfermarte la noche antes de irte de vacaciones. Es mirar que todo el tiempo y esfuerzo que pusiste en algo se desmoronan en cuestión de segundos. La decepción es que con- demasiada- frecuencia, las emociones que todos experimentamos en cualquier momento, en la realidad, no satisface nuestras expectativas.

La mayoría de nosotros vamos através de la vida con ideas acerca de todas las cosas "perfectas" que debemos esperar en la vida; una infancia perfecta, amigos perfectos, encontrar a la esposa perfecta, tener los hijos perfectos. Pero entonces, la vida sucede. Algunas veces, la decepción puede ser más devastadora que la tragedia, porque requiere que hayas invertido primero en el resultado.

Este año pasado mi esposa y yo pasamos momentos que fueron puramente una decepción devastadora. Los dos estábamos tan saturados de dolor y sufrimiento, que simplemente no queríamos estar alrededor de nadie, y mucho menos hablar con alguien acerca de nuestra decepción. La Biblia nos dice que debemos regocijarnos en nuestros sufrimientos, pero yo estaría mintiendo si dijera que lo hicimos así durante ese tiempo. Estábamos enojados, resentidos, y nos encontramos discutiendo con Dios sobre lo que acaba de suceder.

Entonces, ¿cómo se supone que los cristianos deben responder cuando se enfrentan con la decepción? La única manera que encontramos para pasar a través de nuestra decepción fue "la esperanza, aun cuando no había ninguna razón para la esperanza".

En Romanos 4:18-20, Abraham mantiene la esperanza, “incluso cuando no hay razón para la esperanza", creyendo que se había convertido en el padre de muchas naciones. Continúa en el versículo 19 al decir que "su fe no debilita", a pesar que parecía que las probabilidades se apilaban contra él.

"Abraham siempre creyó la promesa de Dios sin vacilar. De hecho, su fe se fortaleció aún más y así le dio gloria a Dios. Abraham estaba plenamente convencido de que Dios es poderoso para cumplir todo lo que promete. Y, debido a su fe, Dios lo consideró justo." - Romanos 4:20-22 NTV

Cuando la desilusión venga en camino a ti este año (ya que, sin duda lo hará), recuerda estas simples verdades:

• Dios es soberano, y nada está fuera de su control. (Isaías 55:8 NTV)
• Dios es quien Él dice ser. (Salmo 136:1)
• Dios está involucrado. (Génesis 50:20 NTV)

En nuestros momentos de desesperación y desilusión, fue fácil perder toda esperanza, cerca de nuestra familia y amigos, y para mantener todo este dolor para nosotros mismos. Sin embargo, permíteme alentarte a que permitas que otras personas entren en tu situación [como sugiere la Biblia en Eclesiastés 4:12 y Proverbios 17:17]. Vuélvete a Dios inmediatamente [Salmo 55:22], torna tu dolor en un propósito [Filipenses 3:12-14], y no pierdas la esperanza. 

"Pido a Dios, fuente de esperanza, te llene completamente con alegría y paz, porque tú confías en él." - Romanos 15:13

Esta semana, cuando estés considerando los problemas que tu enfrentas, haz la elección de hacer una pausa y permitir que cualquier decepción pase por encima de ti. Tomar la decisión de fijar tu mente en el hecho de que Dios es soberano, que Él es quien Él dice que es, y que Él está involucrado. Dale gracias por el hecho de que el mundo te va a fallar, pero Él nunca lo hará. Entonces, encuentra alguien a quien puedas alentar a través de su propia decepción.