Sanidad

DEVOCIONAL

CAMINANDO EN LA PRESENCIA SANADORA DE DIOS.

¿A qué montañas se enfrenta?, ¿Necesita una curación física, un avance emocional, o una renovación de su mente?, ¿Qué montaña podrá enfrentar usted en el futuro? En Marcos 9, Jesús nos enseña a no ayunar solamente en nuestras circunstancias actuales, sino a ayunar para que podamos almacenar, como un tipo de “cuenta bancaria espiritual”, y luego podamos retirar de esa reserva espiritual cuando surgen momentos inesperados de la vida. En tiempos de gran necesidad y de confusión, cuando parece que hay más preguntas que respuestas, podemos encontrar descanso, sabiendo que Jesús pagó por nuestra sanidad. La oración y el ayuno nos ayudan a construir nuestra fe para aquellas situaciones difíciles; aquellas en los que tenemos más incredulidad en vez de tener fe. Cualquiera que sea la montaña que enfrenta actualmente, usted puede encontrar paz en la presencia sanadora de Dios…

ESCRITURA

“Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó. Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.” — Marcos 9: 23,29 (RV)

“Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.” — Mateo 8:17 (RV)

“Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios.” — Marcos 3: 14,15 (RV)

ORACIÓN

Padre,

Santificado sea Tu Nombre. Venga en nos tu reino. Sea hecha tu voluntad así en la tierra como en el cielo.

Hoy a través de esta oración me siento inspirado, de que Tú eres sanador. Que en Ti, encontramos reposo en tiempos de gran necesidad. Gracias Padre, que nunca me dejas ni me desamparas. Decido anclarme en Tu promesa de paz y salud.

Sigue fortaleciéndonos hoy durante el tiempo de ayuno y oración. Podemos hacer todas las cosas por medio de nuestro Señor, quien nos fortalece.

Gracias Padre, en el Nombre de Jesús…Amén.