La Razón Vs. Fe

ESCRITURA ENFOCADA EN ESTA SEMANA

Marcos 9:14-24 14 Cuando llegaron adonde estaban los otros discípulos, vieron[a] que a su alrededor había mucha gente y que los maestros de la ley discutían con ellos. 15 Tan pronto como la gente vio a Jesús, todos se sorprendieron y corrieron a saludarlo. 16 —¿Qué están discutiendo con ellos? —les preguntó. 17 —Maestro —respondió un hombre de entre la multitud—, te he traído a mi hijo, pues está poseído por un espíritu que le ha quitado el habla. 18 Cada vez que se apodera de él, lo derriba. Echa espumarajos, cruje los dientes y se queda rígido. Les pedí a tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no lo lograron. 19 —¡Ah, generación incrédula! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho. 20 Así que se lo llevaron. Tan pronto como vio a Jesús, el espíritu sacudió de tal modo al muchacho que este cayó al suelo y comenzó a revolcarse echando espumarajos. 21 —¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? —le preguntó Jesús al padre. —Desde que era niño —contestó—. 22 Muchas veces lo ha echado al fuego y al agua para matarlo. Si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos. 23 —¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible. 24 —¡Sí creo! —exclamó de inmediato el padre del muchacho—. ¡Ayúdame en mi poca fe!

PENSAMIENTOS DE WADE

¿Con qué frecuencia se interpone el razonamiento en el camino de tu fe? No sé sobre ti, pero puedo identificarme con el padre en Marcos 9. Aquí vemos a un hombre que está desesperado por el movimiento de Dios. ¿Has estado allí antes? ¿Estás ahí ahora? Jesús una y otra vez en las Escrituras desafía a los que lo siguen a AUMENTAR su fe, y una y otra vez vemos a hombres y mujeres que todavía luchan con ella. Para mí esto trae consuelo. Si los hombres y mujeres que caminaron con Jesús tuvieron momentos de duda, momentos de frustración, momentos de debilidad, tal vez Dios esté bien cuando enfrentemos las mismas luchas. Me encanta la honestidad en la respuesta del padre. Esto es tan real como puede ser. Escuche la honestidad desgarradora mientras grita: “¡Sí creo, pero ayúdeme a superar mi incredulidad!” Creo que a menudo esto es lo que Dios está buscando de ti y de mí. No actuar como si todo estuviera bien, sino ser sincero con Él. Él ya sabe cómo nos sentimos de todos modos.

Servimos a un gran Dios. ¡Uno que es capaz de cualquier cosa! Uno que puede curar a los enfermos y ayudar a los ciegos a ver. Uno que puede levantar a los muertos y echar fuera demonios. Sin embargo, es Uno que todavía es lo suficientemente personal como para escuchar los gritos de su pueblo. Uno que puede sanar tu matrimonio, rescatar a tus hijos, darte un propósito y salvarte de tus pecados. Y sin embargo, sabemos esto y todavía luchamos con nuestra fe. Hoy te animo a que busques a Dios desde tu mismo corazón. Se honesto con él. Si estás luchando con tu fe hoy, entonces como el padre fue real con Jesús, te animo a que lo estés también. Tal vez la respuesta de este padre fue exactamente lo que Él está buscando de ti: "¡Sí creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!"