¿Puedo hacer el sacrificio?

ESCRITURA ENFOCADA EN ESTA SEMANA

35 Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir” Hechos 20:35 (NVI)‍

PENSAMIENTOS DE JACQUE‍

Antes de llegar a la Escritura enfocada, quiero compartir algunas reflexiones sobre los pasajes de lectura de esta semana. Me encontré realmente intrigada con los viajes de Pablo y las respuestas de la gente, principalmente los judíos, en algunas de las ciudades que visitó. ¿Respondieron como lo hicieron con Pablo porque, antes de convertirse en cristiano, en realidad los persiguió, y ahora vuelve y los interrumpe una vez más, pero con un motivo diferente? ¿Uno que desafió la ley y su doctrina? ¿Uno de arrepentimiento y tener fe en el Señor Jesucristo? ¿Tal vez?

Aquí hay otro pensamiento interesante en estos pasajes. Pablo se había propuesto en su corazón ir a Jerusalén a pesar de al menos cuatro profetas que le advirtieron que no fuera. Los profetas incluso predijeron las consecuencias a las que se enfrentaría, sin embargo, eso no lo impulsó a cambiar lo que sintió que el Espíritu le había obligado a hacer. ¿Estaba Pablo, tal vez, tan decidido a ir a Jerusalén y compartir la verdad para compensar la persecución que había traído a los cristianos antes? Hay muchos pensamientos sobre esta parte de los pasajes acerca de por qué se fue a pesar de que los profetas lo obligaron a no hacerlo. En realidad, no sabemos exactamente por qué, porque nunca lo dice, pero yo todavía me lo sigo preguntando.

Vayamos a la Escritura enfocada que he elegido para esta semana. Pablo está dejando a los ancianos de la iglesia de Éfeso. Esta será la última vez que lo vean. Quiere recordarles que mientras continúan en la obra del Señor, recuerden las palabras que Jesús mismo dijo en Hechos 20:35. Me pregunto por qué Pablo se sintió impresionado al recordarles acerca de dar y recibir. Entonces, haré la misma pregunta: ¿por qué es más bendito dar que recibir? Permíteme expresarte algunos pensamientos para que pienses y ores y que tengas la iluminación de el Espíritu Santo en cuanto a la importancia de enfocarte más en dar, que en recibir. Solo deja que Dios te agregue todas las cosas.

Primero, cuando damos algo, ya sea tiempo, finanzas, un regalo de algún tipo, cualquiera que sea el "dar", requiere que hagamos un sacrificio. Recuerdo una vez cuando alguien quería pedir prestadas algunas herramientas. No pensé que fuera un gran problema, pero eran las herramientas de mi esposo, así que quería obtener su bendición. Le pregunté qué pensaba acerca de prestarle algunas herramientas a esta persona y me sorprendió la respuesta que obtuve. Digamos que no estaba tan emocionado de simplemente permitir, como yo, que alguien las tomara prestadas. No es que mi esposo no sea dador, pero mi punto es que sus herramientas son algo a lo que él le da un alto valor o precio, y simplemente dejarlas ir es un gran sacrificio. Creo que todos tenemos "algo" que dudaríamos en dar porque sería un gran sacrificio.

Pero cuando hablamos de sacrificio, ¿quién hizo el sacrificio definitivo? Nuestro Padre Celestial. Pensaría que lo pensó un poco antes de decir: “Aquí les va; Aquí está Mi único Hijo", SABIENDO que no valoraríamos a Él, como Él lo hizo. Qué gran sacrificio, ¿no estarías de acuerdo? Un gran sacrificio con una recompensa increíble.

Lo que me lleva a mi segundo pensamiento. Así como DAMOS sin compulsión o renuencia, el cumplimiento dentro de nuestra alma es una recompensa tan increíble que nada hay con qué compararle en esta tierra. Es como, a medida que damos, el producto secundario sucede: nosotros “recibimos”. Dios nos recuerda que hagamos nuestra parte y Él hace la Suya. Él agrega a nuestras vidas lo que necesitamos cuando primero buscamos Su Reino y Su justicia.

Y ahora para mi último pensamiento. Creo que Dios quiere que nuestros corazones se centren en dar para mantener fuera el egoísmo. Ya nacemos en este mundo siendo egoístas. No tenemos que trabajar duro en "Quiero, necesito, ¿qué hay de mí, qué hay de mi, aquello?, ¿qué hay de mí, lo otro?". Pero dar sacrificialmente y ni siquiera pensar en lo que hay para ti, es victoria y libertad.

Te animo a ir más profundo, haciendo actos de dar esta semana, a propósito. Cuanto más lo hagas, menos tendrás que pensar en ello. ¡Simplemente sucederá! Ponte el carácter de Dios. Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar. Y no dés de mala gana o en respuesta a la presión. “Porque Dios ama a una persona que da alegremente.” 2 Corintios 9:7 NASB

¡¡¡Que tengas una semana súper llena de fe !!!