Yo Estoy Con Todos Vosotros Siempre

DEVOCIONAL

Casi todas las personas, en algún momento de sus vidas, han tenido la experiencia de entrar en una habitación totalmente oscura. Tenemos la reacción natural de querer llevar la luz a la oscuridad, a buscar un interruptor de la luz o encender una linterna.

¿Por qué es que no nos gusta estar en esa oscuridad? Desde luego, no nos gusta estar solos. Si no tenemos el consuelo de la voz de otra persona, sin duda queremos llevar luz como como fuente de seguridad.

Cuando te sientes solo, y llamas a Dios, ¿cómo sabes que Él está allí? ¿Cómo sabes que Él responderá?

Aquí hay algunas maneras en que podemos estar seguros:

Mateo 28:20 “… y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.

Como un seguidor de Cristo, la Escritura nos recuerda que Él nos ha separado del pecado porque Él es nuestro Señor y Salvador. ¡Estamos en Cristo; no estamos solos!.

Él nos ha dado algo nuevo,  “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”. Juan 14:23 (RV).

Justo donde no quiero ir, descubro que Jesús ya está allí. Incluso me envía a buscar a las personas que se burlan de la importancia de Su nombre. Me gustaría evitarlos, para mantenerme lejos de la controversia. Pero el Señor, quien continúa mezclando todo en el mundo me está reclamando y me recuerda: "Estás en mí, y estoy enviando mi evangelio al mundo. Así que puedes confiar en que yo estoy contigo a medida que avanzas en esas conversaciones tramposas".

ESCRITURA

“enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” — Mateo 28:20 (RV)

ORACIÓN

Padre Nuestro, que moras en el cielo, santificado sea Tú Nombre. Venga Tu Reino, sea hecha tu voluntad así en el cielo como en la tierra. Danos este día,  nuestro pan diario. Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos metas en tentación, más líbranos del mal. Porque Tuyo es el Reino, el poder, y la Gloria por siempre.

¡AMEN!