Anclado... En Cristo

DEVOCIONALES

Cristo y su reino venidero, son la esperanza puesta delante de nosotros. Dios es el ancla del corazón y del alma que es uno con Cristo. Esta es nuestra fuente de consuelo y fuerza cuando estamos perdidos, cansados y doloridos. Es la seguridad para aquel que siente que su barquito va sin rumbo.  La imagen de fuerza y poder cuando te sientes solo en el mundo.

Un barco sin ancla está en peligro de flotar en un mar de problemas. Un bote que no tiene ancla estaría hecho pedazos sobre piedras crueles. Satanás busca naufragar nuestra alma,

sino está firmemente anclado en Cristo -pero el ancla del alma es verdaderamente segura y firme… Así que debemos tomar posesión de la esperanza puesta delante de nosotros -porque nuestra esperanza está seguro en Él-.

“Esta confianza nos da plena seguridad,; es como el ancla de un barco, que lo mantienen firme y quieto en el mismo lugar. Y esta confianza nos la da Jesucristo, que traspasó la cortina del templo de Dios en el cielo y entró al lugar más sagrado. Lo hizo para dejarnos el camino hacia Dios, pues Cristo es para siempre el Jefe de sacerdotes, como lo fue Melquisedec.” — Hebreos 6:19-20

¡HAZ LO SIGUIENTE!

¿Cuáles cosas han ocurrido en tu pasado que trataron de naufragar tu fe y cómo te ayudó Dios a llegar al otro lado? Escríbelo como testimonio y memorias.

¿Qué estás pasando ahora mismo? Recuerda lo que escribiste anteriormente y junto con Hebreos 6:19-20, permite que el Espíritu Santo restaure tu esperanza.