Anclado... En Su Influencia

DEVOCIONALES

“5: Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. 6: Reconócelo en todos tus caminos y él allanará tus sendas.” — Proverbios 3:3-5 (NVI)

¡El Liderazgo es Influencia! No te puedo decir cuántas veces he escuchado este dicho.  Mi pastor de jóvenes y uno de mis grandes mentores, en cada oportunidad que se presentó inculcaron este dicho en todos sus líderes jóvenes. Y porque era una influencia en mi vida, este dicho es una parte muy grande de mi vida. Cada día, yo quiero hacer lo mejor posible para influenciar más personas de la mejor manera posible.

Sin embargo, al ingresar a la universidad  y luego en el ministerio, rápidamente llegué a la conclusión que es difícil siempre tener la actitud y la energía necesarias para influenciar positivamente a cada persona con la cual entre en contacto. Mientras las asignaturas se apilaban y había más y más sermones para escribir, reconocí que parecía imposible dar el 100% en todo lo que tenía que hacer. En ese momento de mi vida, el influenciar a otros de forma positiva tuvo que tomar el asiento de atrás a las otras demandas de mi vida.

Al culminar un viaje misionero, todo el equipo  decidimos sentarnos y animarnos, el uno al otro. Cuando me tocó el turno, varias personas hablaron de cómo muchas veces que yo había hecho algo que verdaderamente impacto sus vidas. Al escucharlos, me di cuenta que la mayoría de estas influencias positivas ocurrieron sin que las hubiese pensado o planeado.

Fue cuando reconocí algo.  Las acciones que tomo sin intenciones, si son ungidas por el Espíritu Santo, siempre son más poderosas que las acciones intencionales que tomo dependiendo de mi propio esfuerzo.

Desde ese momento en adelante, dejé de poner presión sobre mí mismo para influenciar la gente positivamente.  A cambio, despierto todas las mañana y le pido al  Espíritu Santo me guie cada momento y le pido que influencie a la gente a través mio. ¡En todos mis caminos lo reconozco a Él y le confió que siempre me use para influenciar los que estén a  mi alrededor para Su gloria!

¡HAZ LO SIGUIENTE!

Comienza hoy a comprometer cada acción y cada momento al Espíritu Santo. Durante el día está atento a cómo el Espíritu Santo te está usando.  ¡Sientes y observalo al trabajar!

ESCRITURA

“4 Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. 5Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.” — Juan 15:4-5 (NVI)